jueves, 20 de noviembre de 2008

Mr. Big. Lean into it.

Mr. Big. Lean into it.










¡Cardáos el pelo y ponéos esos pantalones de cuero que guardáis en el fondo del armario porque hoy vamos a rejuvenecer a ritmo de hard rock! Esperad un momento, ¿he dicho guardáis? ¡escondéis! Venga confesadlo, os encantan las horteradas ochenteras tanto como a mí y recordáis su estética con una mezcla de vergüenza y nostalgia que os hace cuanto menos entrañables. No conoceré a mis lectores... ¡ja!

¿Y lo bien que lo pasamos? que nos quiten lo bailao'...


Mr. Big chavales. A ver cómo lo explico yo... mete en la misma habitación a un bajista con la manía de avergonzar a los guitarristas con los que toca (¿no se supone que el bajo era más facilito que la guitarra? ¡pues vuelve a la escuela aprendiz de guitar hero!), un batería que sigue el ritmo incluso cuando está dormido (para desgracia de su mujer), un guitarrista tan rápido que ya ha terminado el concierto cuando tu todavía estás afinando, y un cantante cuya voz derrite a las nenas y encanta a tu vecino, el melenudo ése que siempre lleva la misma camiseta de Iron Maiden. Les dejas en esa habitación media horita, y cuando abres la puerta tienes a Mr. Big, y un montón de buena música en camino.

Billy Sheehan, Pat Torpey, Paul Gilbert y Eric Martin se juntaron cuando los ochenta ya agonizaban, afortunadamente ellos no lo sabían y se dedicaron a hacer musiquita de la que nos gusta y a triunfar por esos mundos de Dios (lo cual quiere decir fundamentalmente Japón). Lean into it fue su segundo disco, lo publicaron en 1991, el año en que Nirvana mandó a la cola del paro a la mayoría de grupos de hard rock melódico. Los Mr. big no permitieron que sus melenas cardadas se menearan por semejante minucia y vivieron su momento de gloria. Al fin y al cabo habían grabado un disco de esos que escuchas una y otra vez y sigues sin entenderlo. Parece fácil pero el caso es que no hay muchos así de buenos. Potente y rockero y a la vez lleno de buenas melodías. Alto nivel instrumental sin demostraciones masturbatorias de pericia musical, todo muy bien medido para que quepa en el marco de unas extraordinarias canciones.


El éxito les vino de la canción más moñas de todo el disco con diferencia, pero hasta ese To be with you podemos salvar de la quema. Es un cierre perfecto para un disco sin fisuras. Seguro que se lo pasaron pipa grabándolo, como yo escuchándolo, más o menos.



Los Mr. Big en directo (que pasote la de litro).







Que no hombre, que era broma. El vídeo bueno es éste.








O éste, que no todo van a ser directos.




6 comentarios:

El Bueno de Cuttlas dijo...

Estupendo curso cibernético de música, Víctor. Los 80, esa maravillosa época de sintetizadores chusqueros, americanas remangadas, flequillo y hombreras imposibles (como las de Andrómeda en "Caballeros del Zodiaco"). En fin...

PD: ¿Andrómeda era chico o chica? Nunca llegué a estar seguro, por lo de las cadenas, el rosa y todo eso. Lo que nos tragábamos de pequeños...

El Bueno de Cuttlas dijo...

Falta de ortografía como un piano: quería decir "arremangadas". (Laspsus linguae)

Un esquimal onanista (como otro cualquiera) dijo...

Ja ja, que bueno lo de Andrómeda...

Victor dijo...

Que grandes que eran los Mr. Big, de los pocos que pudieron sobrevivir a los noventa haciendo hard rock del bueno!!!!!!!!!!
Saludos!

Un esquimal onanista (como otro cualquiera) dijo...

Gracias por la visita Víctor, por cierto que sepas que somos tocayos.

Mondongo dijo...

Qué grandes los Mr ídem! XD
Unos tocones de cuidao, pero con clase.