sábado, 23 de febrero de 2008

April, a live album.

Elliott Murphy & Olivier Durand.
April, a live album.


Descargar disco.

Si no te gusta este disco estás muerto para mí.
Hace ya algunos años que el desconocido rockero neoyorkino Elliott Murphy se topó con el guitarrista normando Olivier Durand. Desde entonces recorren el mundo ofreciendo algunos de los mejores conciertos de rock'n roll que uno pueda echarse a la cara en estos días en los que la mediocridad y el acomodo reinan en los escenarios. Frente a la brevedad y la espectacularidad forzada que suelen presentar los conciertos de pop de nuestro tiempo, Elliott y Olivier sólo ofrecen su música desnuda, sin artificios. Sus guitarras, sus voces, la armónica de Elliott y algunas de las mejores canciones de la historia del rock. No necesitan más para sonar como una orquesta. No necesitan más para ponerte la piel de gallina.


Hay algo mágico en la forma en que se entrelazan las guitarras de estos dos hechiceros, en como tejen una tela de araña sobre la cual se desliza la voz de Murphy y van desgranando historias dignas de la mejor poesía atemporal. En la tradición del mejor rock americano, Elliott Murphy escribe letras sublimes que se aferran a tu esqueleto a través de su evocadora voz. Muchos lo consideran el último poeta del rock. Eso es publicidad. Elliott Murphy no es el último poeta del rock, aunque es probable que después de escucharle a él no vuelvas a tomarte en serio a los que vengan detrás. Las comparaciones pueden ser muy odiosas, mejor no las hagamos.


El disco que hoy os traemos es un extracto de algunas actuaciones ofrecidas durante 1999. Aunque su reducido minutaje impide apreciar lo que es un concierto de este dúo en toda su dimensión, sí que se alcanza a atisbar el enorme caudal de sensaciones que transmiten este par de monstruos cuando se suben a un escenario. Obviamente no es como estar allí, pero es imposible quedarse indiferente ante temazos como You never know what you're in for (para cantar a grito pelado) la íntima y fundamental On Elvis Presley's Birthday, el himno Diamonds on the yard o su increíble relectura del Wild Horses de los Stones (uno llega a dudar que Jagger y compañia hayan cantado esta maravilla alguna vez). Elliott está que se sale (como siempre por otro lado) y Olivier se revela como su complemento perfecto, desmelenándose con la guitarra solista cuando la canción lo requiere (su solo en Rock Ballad es uno de los momentos álgidos de la historia del rock) o coloreando la sólida guitarra rítmica de Elliott con emotivos arreglos. Entre los dos tiñen de rock'n roll la poesía errabunda de Elliott. Sin necesidad de electricidad, ni batería, ni grandes montajes escénicos. Sólo con dos guitarras acústicas. La máxima expresión de lo que es el rock'n roll. Aquí menos es más.


Las canciones de Elliott Murphy salen reforzadas de la economía de arreglos, de la parquedad de la instumentación. Así su esencia queda expuesta al oyente en todo su esplendor. Historias y vivencias de un bohemio errante que se autoexilió en París, pero que lleva la música de su new York natal tatuada en su alma de cantautor todavía salvaje. Aún sigue siendo ese chaval con alma de rockero que cree que se puede encontrar la verdad en los surcos de un disco de Bob Dylan, o en los shows de Elvis.


Nunca le ha acompañado el éxito comercial y a sus conciertos suelen ir cuatro gatos. Eso no es óbice para que Olivier y él suden sangre sobre las tablas. Lo dan todo y se nota. A veces son dos horas, a veces tres, a veces algo más. Ni lo notas. Pasan demasiadas cosas sobre el escenario para estar pendiente del reloj. Si pasan por tu ciudad no dejes de visitarles al teatro o al garito de turno. No echarás de menos a Dylan, no echarás de menos a Hendrix, no echarás de menos a la E Street Band. Sólo te preguntarás: ¿por qué estos tíos no están en la portada de la Rolling Stone, llenando estadios o luciendo palmito en la MTV? y desde el escenario te llegará la respuesta:
"You don't care cause you have got that beat [...]
There's the last of the rock stars
And me and you
Rock'n roll is here to stay
But who will be left to play [...]"







Con el video clip oficial y todo, para que no os quejeís.


Howlin' Wolf. Bluesmaster.

Howlin' Wolf. Bluesmaster.



Hoy toca algo de blues. Seguramente tendríamos que haber empezado el blog por aquí, y no como lo hicimos. Uno se para a pensar y casi toda la música que emociona procede del blues. Nada de lo que hoy escuchamos habría tenido lugar sin el blues. Una tradición en permanente movimiento hacia nuevos sonidos. Banda sonora para las penas. Y para celebrar la existencia del género que puede considerarse padre o abuelo de toda la música bastarda que hemos ido colgando aquí, uno de sus más destacados exponentes, Mr. Howlin' Wolf.
Toda una leyenda, Howlin' Wolf, llevó el blues tradicional del Delta del Mississippi al Chicago de los años sesenta, dónde se convirtió en el principal rival del gran Muddy Waters. Se dice que llegó a conocer al legendario Robert Johnson. Su música aunque sencilla, resultaba de gran poder evocador y su influencia en las mayores bandas de rock de la historia ha quedado bien patente a través de las incendiarias versiones que han realizado de su repertorio luminarias tales como Jimi Hendrix, Cream, The Doors o Rolling Stones. Un poquito de su historia lo podéis encontrar aquí.
El nombre artístico de este impresionante bluesman es cuanto menos revelador. Su aspera voz y su forma de cantar, puro aullido, son puro blues, puro sentimiento. Es de los que emociona. Un sonido básico, primitivo, desgarrador. Tres acordes ya son demasiados.Quita alguno si puedes. Sustitúyelo por emoción. Piensa en esa mujer que se ha ido. Golpea los tambores, rasguea la guitarra, sopla la armónica, aulla al micrófono, siente el blues. Hasta que duela. Esto es el blues. Esto es Howlin' Wolf. Esto es Bluesmaster. Las penas convertidas en canciones y bañadas en las aguas del Delta del Mississippi. Esto es lo que os traemos después de una, involuntariamente, larga ausencia. Que lo disfrutéis.


viernes, 1 de febrero de 2008

David Bowie - The Rise And Fall Of Ziggy Stardust And The Spiders From Mars



Como el anterior no lo conocía nadie he decidido subir uno más conocido de alguien conocido por todos que aunque se sale de una de las normas del blog os va a gustar. Y lo digo porque me gusta muchísimo y sino lo subo muero.

Bueno os cuento un poco de que va:
"Publicado en 1972 y producido por él mismo, David Bowie narra la historia de Ziggy Stardust (su alter ego), un extraterrestre bisexual que llega a Londres para extender un mensaje de destrucción, sin embargo, Ziggy es elevado al status de estrella del rock con su grupo "The Spiders From Mars" y al final es asesinado por sus propios fans. Se puede tomar como una metáfora de los ídolos de masas."


Pues espero opiniones varias, un poco más de actividad que estáis muy sosos, y no me vale a excusa de los exámenes que cuando podéis bien que os vais a tocaros. A disfrutar...