jueves, 14 de agosto de 2008

Willie Nile. Streets of New York.

Willie Nile. Streets of New York.


La entrada de hoy no me resulta demasiado fácil de escribir, pues toca hoy uno de mis discos favoritos de los últimos años y se hace un poco cuesta arriba describir todo lo que a uno le inspira la escucha de este Streets of New York.
El álbum lo firma el gran Willie Nile, uno de esos desconocidos que guardan una cantidad ingente de buena música en la chistera, y que debido a las veleidades del negocio musical, no puede pasarse la vida a lomos del escenario, como a sus seguidores nos gustaría.
Willie nunca ha llegado al gran público y debe combinar la música con otros trabajos para poder llegar a fin de mes. Es por eso que entre sus discos pasan grandes lapsos de tiempo durante los cuales no tenemos noticias suyas. Y a lo mejor es por eso que sus discos son tan buenos. Se toma su tiempo en componer, seleccionar las canciones que van a aparecer en cada trabajo, etc. El resultado son discos que sólo escucharemos unos pocos pero que te remueven algo por dentro. Pequeñas colecciones de canciones perfectas, acompañadas de un directo apasionado y vigoroso(o eso dicen, nunca he tenido el placer... sniff, sniff). De esta forma, si bien su nombre nunca sonará de nada al consumidor medio,el tipo podrá permitirse el lujo de contar a sus nietos como compartió escenario con gente como los Who o Bruce Springsteen, como Bono, Lou Reed y Little Steven entre otros alababan sus discos, como Lucinda Williams decía de él que había escrito la canción más bonita del mundo (¡ahí es nada!) y como hasta los mismísimos Rolling Stones plagiaron una de sus canciones. Bonito pedigrí. Pero no es gratuito. Detrás está la música. Ahí es dónde quería yo llegar.
Streets of New York es el último trabajo de estudio de este poeta eléctrico neoyorquino. Publicado en 2006, unos ocho años después de su obra anterior, es un magnífico compendio de rock'n roll, power-pop y folk. Un disco que se disfruta más con cada nueva escucha, que contiene cañonazos de estribillos redondos emparejados con piezas sutiles y embriagadoras.
Las voces ligeramente radiofónicas dejan paso a unas guitarras hirientes al comenzar Welcome to my head y ya te das cuenta que este va a ser un disco especial. Los violines en Asking Annie out, las melodías vocales y estribillo redondo de Game of fools, la evocadora y sentida Back Home, la atmósfera alegre y tabernaria de The day I saw Bo Diddley in Washington Square, y mucho más, podría seguir dando detalles de cada canción, pero será mejor que lo escuchéis vosotros mismos.
Willie Nile en Gabba gabba hey chicos, no os lo podéis perder. Recordad que discos así sólo se hacen cada ocho años (a veces más). Os gustará.
aquí os dejo el vídeo de Game of fools, para iros picando la curiosidad.


sábado, 9 de agosto de 2008

The Dictators. Bloodbrothers.

The Dictators. Bloodbrothers.



Esta tarde estaba escuchando este clasicazo de 1978 y me he dicho "¡pa'l blog!". Porque semejante discazo se lo merece. Porque los cuatro gatos que leen esto (¿existís realmente o sois producto de mi imaginación? ¡comentad malditos!) lo merecen. Porque lo valemos. ¿Qué os parece si dejo de decir tonterías y hablo del disco, que es lo que en realidad interesa?
Tampoco hay mucho que decir. Bloodbrothers es el mejor disco de los Dictators, banda neoyorquina que allá por los años 70 se liaron la manta a la cabeza y comenzaron a hacer ruido con el sano propósito de devolver al rock'n roll la inocencia y la esencia que le faltaba. Y es que en los 70 había mucho rock de estadio, mucho rock progresivo, nacía la música disco, estaba también toda la pléyade de cantautores que seguían los pasos de Dylan (con toca su morralla intelectual) y en definitiva había un montón de propuestas que no acababan de encajar con lo que había sido el rock'n roll en sus orígenes. Aquella música urgente y frenética que respondía a los sueños de rebeldía adolescente. Tres acordes, mucha emoción y adrenalina. Toda la historia contada en tres minutos. No es de extrañar que con todo esto bastante olvidado por músicos e industria hubiera algún chaval que se sintiera desubicado y decidiese ponerle remedio. Pues eso es lo que hicieron los Dictators. En su momento no se comieron un colín y tuvieron que ser reivindicados por generaciones posteriores. Pero eso qué importa. Tenemos sus discos.
Con Bloodbrothers esta banda logró su mejor trabajo. Nueve canciones que son nueve clásicos del rock de garaje que siempre ha caracterizado su estilo. Procedentes de la misma escena que vio nacer a los Ramones (que no por nada dan nombre a este blog con su grito de guerra) The Dictators nunca fueron exactamente punk, a pesar de lo cual tuvieron una gran influencia en los grupos de esa escena. descargad este demoledor disco y descubrid por qué.

viernes, 8 de agosto de 2008

Words & Music: John Mellencamp's greatest hits.

Words & Music: John Mellencamp's greatest hits.


Toca hablar de uno de los grandes, John Mellencamp. Prácticamente desconocido por estos lares, es para mi todo un referente del rock americano. Por eso mismo, y sabiendo del desconocimiento de su obra en este país, he decidido traer aquí un recopilatorio, que no es lo mismo que un disco normal pero me parece una forma ideal de introducirse en la música de este hombre.
A John Mellencamp no le ha sonreído demasiado la suerte. Su carrera ha sido una especie de lucha contra las discográficas y un intento de mantener su autenticidad y personalidad al margen de los vaivenes del siempre caprichoso mercado discográfico. Mellencamp empezó a grabar discos en 1976, época en la cual las discográficas estaban desesperadas por encontrar un nuevo Springsteen con el que explotar el éxito del de New Jersey. Aprovechando el tirón del rock americano John consiguió un contrato discográfico, para descubrir más tarde que su mánager había firmado un contrato que le obligaba a adoptar el nombre artístico de Johnny Cougar. Tiene tela. Las ventas de ese primer disco no ayudaron demasiado y desde entonces su relación con el negocio discográfico siempre ha sido complicada. Hacia 1982 publica American Fool, disco que consigue tener una presencia importante en las listas de éxitos y con el que se va haciendo un hueco en el mundo de la música. Además, American Fool presenta una mezcla de folk rock y hard rock en la que ya empiezan a perfilarse elementos personales, que lo alejarán de la manida y cansina etiqueta de "nuevo Springsteen". Gracias al éxito comercial de este álbum podrá añadir su verdadero apellido al nombre de John Cougar. Continúa su carrera grabando discos bastante exitosos, pero sin conseguir el aplauso de la crítica. Sin embargo, poco a poco irá añadiendo nuevos instrumentos y colores en su paleta, diversificando los estilos que integran su música e intensificando el contenido social de su música. Los críticos pronto tienen que rendirse a la evidencia y reconocer que no se encuentran ante un rockero de segunda fila, sino ante un artista de gran calidad que está consiguiendo su objetivo de convertirse en uno de los grandes cronistas musicales de la sociedad de los Estados Unidos de su tiempo.
Durante toda su carrera John Mellencamp ha mantenido un firme compromiso social con distintas causas, ha dejado clara su postura política en diversas ocasiones y ha impregnado su música de espíritu de lucha y ansia de libertad. Ha escrito canciones sobre todo estos temas (y alguno más polémico) sin importarle las repercusiones comerciales que ello pudiera tener y nunca ha permitido que su música fuera patrocinada o se viera ligada a grandes empresas, etc. Ha conservado su independencia y ha creado la música que le ha dado la gana siendo siempre fiel a sus principios. Y su último disco también está muy bien.
En 2004 editó este magnífico recopilatorio en dos cds, pequeño compedio a modo de muestra de lo que ha sido (y todavía es) una carrera coherente y ejemplar. Words & Music contiene 35 canciones que muestran al mejor Mellencamp. Su voz desgarrada, las baterías y percusiones siempre sublimes, los coros sugerentes y extraordinarios, las guitarras rockeras y los violines folkies... todo lo que ha sido y todavía ha de ser este gran rockero está aquí. Pasen y vean.
Y de regalo, como hoy me siento generoso, el vídeo realizado para uno de los dos temas inéditos que incluía este recopilatorio, el fantástico Walk tall. es un gran vídeo, quizás algo ñoño, pero las imágenes acompañan de forma genial a la siempre intensa música de John Mellencamp.


jueves, 7 de agosto de 2008

Demasiado heavys para los punk, demasiado punks para los heavys: ¡¡Los Boom Maharass!!

Boom Maharass. Dancefloor Holocaust.


Bueno, pues hoy me voy a despachar a gusto hombre. Lo que hoy subo es canela en rama y carne de nostalgia para este esquimal que os habla (bueno que os escribe). Se trata de la única grabación realizada durante su corta carrera por los Boom Maharass, combo formado por paisanos nuestros, con los que la plantilla de este blog desbarraba abundantemente en conciertos memorables, que se celebraban a las tantas en la mayoría de ocasiones y a los que sólo íbamos cuatro gatos. A ellos les gustaba decir que eran negros y de Detroit y ¡demonios! si cerrabas los ojos en mitad de un concierto suyo podías llegar a creértelo. Que eran negros, que eran de Detroit y que estabas a finales de los años sesenta.
Su música era una mezcla de punk primitivo y rock de garaje con un punto soulero muy agradecido. Un poco en la línea de bandas como los Sonics, Dictators, Blues Magoos (de estos siempre caía alguna) o los Troggs, artistas todos ellos versionados alguna vez por los imposibles Boom Maharass. Recuerdan también a algunas bandas más actuales como los BellRays o los más cercanos Tokyo Sex Destruction. Es esa forma de entender el rock, con ese acercamiento al soul, que les da una "negritud", una vitalidad especial.
En 2005 presentaron su primer y único trabajo al público, Dancefloor holocaust, un cd con nueve canciones (dura alrededor de 25 minutos) que transmiten toda la urgencia, la pasión por las melodías coreables, el ritmo enloquecido y el amor por el soul que atesoraba esta formación. Más bailables que agresivos, con mucho estilo y en una catarsis de guitarras eléctricas, tambores tribales, bajos hipnóticos, armónicas con mucho blues, saxofones negrísimos, una voz tan desgarrada como descarada y órgano hammond de fondo... es el sonido de la jungla, el ataque de los Boom Maharass.
A descargar se ha dicho, porque merece y mucho, la pena.
Así que como decía (arengaba más bien) su cantante Chaka al público en los conciertos: señoras y señores ¡Los Boom Maharass en vuestras feas jetas!

miércoles, 6 de agosto de 2008

Uge Ortiz. Pa gustos colores.

Uge Ortiz. Pa gustos colores.



DESCARGAR DISCO.

Bueno, vamos con una actualización de esas de chiripa, de esas que casi no se ven entre los estertores de agonía de este blog.
El disco que esta vez llega hasta nuestras orillas se llama Pa gustos colores y viene firmado por Uge Ortiz, que según me imagino, no os sonará de nada. Pues bueno, para que os hagáis una idea y siendo breves que hoy no estoy muy inspirado, Uge tocó la guitarra en Extremoduro. Participó en un par de giras y grabó con ellos Dónde están mis amigos para luego formar su propio grupo, Clandestinos. Clandestinos grabaron tres discos con su particular mezcla de pop, rock urbano y sonidos aflamencados.En la última etapa de esta banda Uge ya se había convertido en el principal compositor y guitarrista del grupo y además las tareas vocales, tras algunos cambios en la formación, recaían también en él. Parecía natural que el siguiente paso lo diera bajo su propio nombre, ya que Clandestinos se había transformado en un proyecto personal más que en una banda.
Pa gustos colores se publica en 2005 y se trata del primer trabajo en solitario de Uge Ortiz. Es un disco sencillo, cuya mayor virtud está en sus canciones. Recuerda inevitablemente a Extremoduro, pero su sonido es ligeramente más suave, más limpio, podría recordar a Fito & Fitipaldis o a Calamaro. Guitarras rockeras pero discretas, que huyen de los solos artificiales y excesivos y arropan unas letras tan sencillas como cuidadas acerca de emociones básicas y cotidianas.
Es un disco agradecido, con buena música. Su falta de pretensiones más allá de lograr buenas canciones da como resultado precisamente eso, una excelente colección de buenas canciones. Así que ¡a disfrutar!