miércoles, 10 de marzo de 2010

Kiko Veneno_ Está muy bien eso del cariño.

Kiko Veneno_ Está muy bien eso del cariño.
Calidad de compresión:
sin datos.


Buen título. Y cargado de razón. Hay que tocarse más.

Bromas aparte, hay que decir que éste es un disco mayúsculo, tan engañosamente ligero como reconfortante. Kiko Veneno es uno de esos creadores que se ha montado un universo propio, conjuntando músicas y palabras con gran personalidad. Una personalidad alegre, dicharachera, llena de desparpajo y naturalidad que no regatea momentos de melancolía e introspección pero nunca agobia. Si es que hasta estando de bajón contagia alegría este hombre.

Está muy bien eso del cariño fue publicado en 1995 y en su grabación intervino uno de los compadres de toda la vida de Kiko, el gran Raimundo Amador y fue producido por Joe Dworniak, quién ya se había encargado del anterior Échate un cantecito (y que es incluso mejor que éste, pero tiempo habrá para todo chavales). El resultado, un puñado de canciones alegres y mezcolanza (sí, como el blog del apache) de estilos, un pastiche que cala hondo y enamora.
Este disco fue el primero que escuché de Kiko hace tiempo ya, cortesía de un colega (un saludete Uoho) y no tardé en descubrir que su música es adictiva. No puedo dejar de mencionar sus letras, sencillas, repletas de cotidianeidad, sin dejar de ser muy personales, incluso de tener cierta carga poética. Aparentemente ligero, profundo en realidad, sin que ello implique que su escucha se haga tediosa. Al contrario chavales. Un discazo.

Pasen y disfruten del mundo de Kiko Veneno, tenemos todo lo que te gusta: rock, pop, flamenco, blues, nostalgia del Caribe, canciones de amor, risas con lo colegas... eso sí, aquí se sirve todo revuelto y bien revuelto, que mezclar no siempre es malo.

Y por si hubiera dudas ¿quién es capaz de versionar así al mismísimo Dylan?

martes, 9 de marzo de 2010

John Frusciante_ DC EP

John Frusciante_ DC EP
Formato: FLAC.



Hoy vamos a dejar una pequeña golosina, un tentempié nada más, que las últimas entradas han venido con discos bastante robustos y luego la peña se indigesta y nos denuncia. Así que un ep (extended play que lo llaman los listillos) de cuatro cancioncillas se me antoja una buena forma de continuar el camino sin agobios, disfrutando del paisaje.
 

John Frusciante siempre me ha parecido un tipo entrañable aún cuando buena parte de la música que hace no me guste demasiado. Pero me parece un tipo muy auténtico, muy entregado a la música y siempre tiene algún proyecto interesante entre manos. Las difíciles circunstancias por las que ha pasado hacen que cada nuevo lanzamiento suyo lo reciba con cierta ilusión, al fin y al cabo podría no haber salido del pozo en que se metió y eso sería una pena. También hay algo de egoísmo en esto. Cuando puedes disfrutar de canciones como las que contiene este DC EP tiendes a pensar "¡que este tipo no se jubile nunca!"


Cuatro temas nada más, pero suficientes. Captan un momento realmente creativo del guitarrista de los Chili Pedres, que se defiende perfectamente cantando y produciendo, no se pierde en onanismos guitarreros y desgrana canciones sencillas y melancólicas que con unas cuantas escuchas se hacen un hueco en tu inconsciente. Especialmente Goals, segundo tema del disco, me parece una composición extraordinaria, lo mejor que le he escuchado, no controlo toda su discografía pero difícil lo tiene para sacarse de la manga otro tema de igual calibre.




El archivo está en formato flac. Ocupa mucho más pero se supone que no pierde calidad respecto al original. Cómo sólo son cuatro canciones viene a ocupar más o menos lo mismo que los discos que subo habitualmente, así que sin miedo.

El temazo:


domingo, 7 de marzo de 2010

Ludovico Einaudi_ Divenire.

Ludovico Einaudi_ Divenire.
Calidad de compresión: 320 kbps.



Dicen por ahí que nos estamos sofisticando y a lo mejor es verdad oigan.

Cuando montamos este invento teníamos la idea de ser todo lo eclécticos que nos diera la gana. Uno no es de mirar con lupa las credenciales de los músicos que escucha, la labor de selección se la deja al oído. Luego viene la necesidad irrefrenable, perentoria, de aprender más sobre lo que se está escuchando. Cosas de las notas,  de las canciones, que son muy hechiceras ellas.

El caso es que hoy nos dejamos embrujar por la música de Ludovico Einaudi. Y es que es un placer perderse por los surcos de sus discos que siempre parecen estar sugiriendo, susurrando. Hay un montón de historias durmiendo en esta música. Cada uno que escuche y descubra cuáles se le revelan.

Divenire es el penúltimo lanzamiento del pianista y compositor italiano Ludovico Einaudi, uno de los artistas más destacados de la música clásica contemporánea, o por lo menos de los más exitosos. Su discográfica y varios estudios de cine lo tienen bastante aprecio, ya que graba para ellos discos y bandas sonoras que suenan muy bien y no se venden nada mal. Y eso en estos tiempos que corren es como para hacer firmar al tipo un contrato draconiano, atarlo al piano y no dejarle salir de la habitación hasta que tenga escritas por lo menos media docena de suites o sinfonías. O un par de joticas, que fijo que también las borda. Talento no le falta.

Lanzado en 2006, Divenire es una colección de piezas minimalistas, que se sirven del piano para tomar cuerpo y crear ambientes a veces íntimos, a veces relajados, a veces sosegadamente turbulentos. Cuando la ocasión lo requiere se añaden unas cuerdas o una orquesta, siempre con discreción, no vayamos a embarullar el tema. El resultado mola más que tener en tus manos la combinación ganadora de la primitiva. Bueno no, pero es mucho más espiritual y bonito, dónde va a parar. Encima la canción que le da título es archiconocida por ser sintonía de un programa de radio nacional de cuyo nombre no logro acordarme ahora mismo, así que no os quejaréis. Con single pegadizo, como si fuera un disco de pop.


A mí lo de que la música cree ambientes me parece igual de importante que el que tenga ritmo y melodía. A lo mejor por eso me gusta tanto este disco.
Aviso que se puede hacer un poco largo (horita y pico de piano) pero no encontraréis disco mejor para ciertos momentos clave.

Anímense que no todo va a ser rock'n roll.

Y aquí dejamos el tradicional vídeo y volvemos con nuestra exitosa promoción (que tan buenos resultados nos ha dado en el pasado) de un sugus por cada comentario. Si es que os tratamos a cuerpo de rey.





Y el single:





viernes, 5 de marzo de 2010

Conciertillos de "ruacanrrol" (a mí me daban dos).

Hace algún tiempo una entrada sobre los Kiss en el blog de Javistone dio pie a un pequeño debate acerca de los conciertos de rock'n roll. Cómo plantean los artistas sus conciertos, qué esperamos el público de éstos, etc. En ese sentido el señor Javistone comentaba que los conciertos de Kiss le parecían la quintaesencia de lo que tiene que ser un show de rock'n roll. Hablándolo con un colega me confirmaba un poco esa idea . Me decía que cuando él va a un concierto busca espectáculo y entretenimiento. Servidor se ve obligado a discrepar.
Ya he dicho alguna vez (lo que pasa es que lo he dicho en voz baja y por eso no se me ha oído aquí en el blog) que no entiendo los conciertos, la música en vivo como un espectáculo. Yo quiero algo más, algo diferente. Voy a un concierto esperando que sea una experiencia única. Que empiecen a sonar los acordes de la primera canción y sean la megafonía que anuncia el comienzo del viaje. Un viaje musical a través del espectro de las emociones humanas, con parada en cuantas más estaciones mejor. Quiero ir del intimismo (pensar que están cantando para ti nada más) a la euforia colectiva. Quiero ver esas jam sessions y esas pequeñas improvisaciones que sabes que sólo se podrán oir esa noche, en ese lugar. Quiero disfrutar de esas versiones un poco, o muy diferentes a las de estudio y de esos momentos de complicidad entre artista y público que sólo pueden ocurrir en directo. Y si a los músicos les da por bailar pues mucho mejor. Y si se maquillan o hay llamaradas, fuegos artificiales, globos hinchables o enanos haciendo striptease pues vale. Pero que no molesten por favor. Que nadie se olvide que aquí lo importante es la música. Las canciones y tu y yo haciendo el cafre, faltaría más.
Más o menos es eso. Pero no se corten, comenten, comenten, ponganmé a parir (los médicos dicen que es terapéutico) y digan que es lo ustedes esperan de un concierto. Como decía el Marqués de Sade a los invitados a sus fiestas: si participamos todos, esto será más divertido...
Ya que la entrada es un churro dejo un regalito como recompensa para quién haya aguantado hasta aquí (y también para ti, querido visitante que nunca comentas porque vienes directo a por el enlace de descarga). Se trata de un concierto de Bruce Springsteen fechado en el 31 de Diciembre de 1975. Como me explico malamente al menos esta grabación puede transmitir bastante bien la idea que he intentado expresar hoy.



Y un vídeo también muy ilustrativo para que no os aburráis. Esta en dos partes porque es muy largo.