viernes, 31 de octubre de 2008

Mike Olfield. Guitars.

Mike Oldfield. Guitars.




Volvemos a la carga. Esta vez traemos uno de los mejores discos de Mike Oldfield aunque probablemente, fuera del bombo que se le dio en su momento, haya ido cayendo en el olvido. Como todo lanzamiento del genio inglés tuvo mucha publicidad allá en las postrimerías del siglo XX (no me soporto de pedante, estaba a punto de poner en las postrimerías del fenecido siglo XX, ¡aarrggh!) pero luego no tengo claro que haya calado como se merece.



Hallá por el 98 o el 99 al señor Oldfield le dio la neura y se despachó con un disco grabado exclusivamente con guitarras. Una frikada deliciosa. Hasta las percusiones fueron grabadas con guitarras (¡chupate esa Steve Vai!). Siguiendo su método habitual, a lo Juan Palomo, Mike Oldfield fue grabando las canciones superponiendo capas de guitarras tejiendo distintas melodías con ellas. Dulces guitarras españolas (suenan de caer de espaldas) ejercen de contrapunto de afiladas eléctricas, bien cargaditas de distorsión. La proverbial capacidad de este hombre para crear atmósferas y texturas capaces de envolver al oyente en un mundo creado específicamente por la canción, la encontramos aquí desarrollada al máximo.



Este es un disco muy recomendable para los aficionados a los instrumentales de guitarra. Lo mejor del tema es que Mike Oldfield no tiene una gran técnica, pero aún así este es uno de mis discos favoritos de guitarra (el otro es el Thank You de Michael Schenker que ya caerá por aquí, ya). Olfield tiene una técnica escueta pero elegante, un sonido personal que hace reconocibles sus interpretaciones en cualquier circunstancia. Mucho más de lo que pueden decir la mayor parte de metaleros progresivos que graban discos instrumentales.



A nivel de composición estamos ante un Oldfield muy inspirado, que crea canciones sencillas pero emocionantes. Abundan las melodías evocadoras y pegadizas, así como los riffs potentes, todo muy bien combinado. Sonidos típicos del autor pero desde un tratamiento exclusivamente guitarrero. Una pequeña obra maestra de la que podrían aprender muchos guitarristas que nunca se han acercado a la obra de este autor.





2 comentarios:

TONI dijo...

Seguimos coincidiendo... Oldfield es una de mis debilidades. Tanto que incluso le perdono sus (habituales) patinadas. Para mí es un genio musical.

Platinum, Five miles out, Tubular bells, Crises, QE2, Discovery... etc. Genial.

Este album que apuntas no lo tengo muy escuchado, recuerdo que en su día me defraudó un poco y lo catalogué como "patinada", le daré otra oportunidad.

Un esquimal onanista (como otro cualquiera) dijo...

Dásela que seguro que esta vez no te defrauda.
P.D.: no sé porqué pero me olía yo que a ti te iba a molar esta entrada.