sábado, 9 de agosto de 2008

The Dictators. Bloodbrothers.

The Dictators. Bloodbrothers.



Esta tarde estaba escuchando este clasicazo de 1978 y me he dicho "¡pa'l blog!". Porque semejante discazo se lo merece. Porque los cuatro gatos que leen esto (¿existís realmente o sois producto de mi imaginación? ¡comentad malditos!) lo merecen. Porque lo valemos. ¿Qué os parece si dejo de decir tonterías y hablo del disco, que es lo que en realidad interesa?
Tampoco hay mucho que decir. Bloodbrothers es el mejor disco de los Dictators, banda neoyorquina que allá por los años 70 se liaron la manta a la cabeza y comenzaron a hacer ruido con el sano propósito de devolver al rock'n roll la inocencia y la esencia que le faltaba. Y es que en los 70 había mucho rock de estadio, mucho rock progresivo, nacía la música disco, estaba también toda la pléyade de cantautores que seguían los pasos de Dylan (con toca su morralla intelectual) y en definitiva había un montón de propuestas que no acababan de encajar con lo que había sido el rock'n roll en sus orígenes. Aquella música urgente y frenética que respondía a los sueños de rebeldía adolescente. Tres acordes, mucha emoción y adrenalina. Toda la historia contada en tres minutos. No es de extrañar que con todo esto bastante olvidado por músicos e industria hubiera algún chaval que se sintiera desubicado y decidiese ponerle remedio. Pues eso es lo que hicieron los Dictators. En su momento no se comieron un colín y tuvieron que ser reivindicados por generaciones posteriores. Pero eso qué importa. Tenemos sus discos.
Con Bloodbrothers esta banda logró su mejor trabajo. Nueve canciones que son nueve clásicos del rock de garaje que siempre ha caracterizado su estilo. Procedentes de la misma escena que vio nacer a los Ramones (que no por nada dan nombre a este blog con su grito de guerra) The Dictators nunca fueron exactamente punk, a pesar de lo cual tuvieron una gran influencia en los grupos de esa escena. descargad este demoledor disco y descubrid por qué.

6 comentarios:

El Bueno de Cuttlas dijo...

Desde los confines del Lejano Oeste sigo intentando escuchar buena música y aprender de los que saben, como un buen esquimal. Sólo tengo mi viejo banjo y la armónica, pero Johnny Cash ha venido en mi ayuda.

Un saludo fuerte.

Un esquimal onanista (como otro cualquiera) dijo...

Me siento honrado por tu visita y además te digo que me encanta la peli que has comentado hoy. Magnífica.

Mondongo dijo...

IN-MEN-SO!!!

Mondongo

Troy McClure dijo...

Por favor, una reverencia a los Dictators! Pedazo de disco el que pones!

A dia de hoy nos tenemos que conformar con ver a Sex Museum versionear el Minnesota Strip, que aunque no esta mal, no es lo mismo...

Enhorabuena por el blog.

Un esquimal onanista (como otro cualquiera) dijo...

Gracias por la visita y me alegro que guste el disco.

Anónimo dijo...

Links dead...