jueves, 28 de mayo de 2009

Free_ Fire and water.

Free_ Fire and water.
Calidad de compresión: sin datos.




Aquí solía haber un enlace de descarga la mar de majo.

¡¡¡Taara-tata-tara-tatarata-tatarata-ta!!! ¡el mejor riff de la historia del rock'n roll chavales! ¡sin discusión!


Hoy venimos contaminados de buen rock'n roll y buen blues. Los Free ni más ni menos. Ya les tenía ganas. Formación británica dedicada a propagar las virtudes del blues-rock, Free son mucho más que un grupillo de un solo tema, como muchos pudieran creer. Cierto que All right now es todo un clásico del rock y prácticamente la única canción conocida de todo su repertorio, pero detrás hay mucho más que eso.


A los Free hay que situarlos en ese conjunto de bandas que cabalgaron entre el blues y el incipiente hard rock, contribuyendo a la definición y surgimiento de éste, durante los últimos años de la década de los 60s y los primeros años de la siguiente.

Este explosivo cóctel se formó en Londres en 1968, combinando la sugerente batería de Simmon Kirke, el precoz e idiosincrásico bajo de Andy Fraser (dieciséis añitos tenía la criatura en el momento de grabar el primer álbum) la prodigiosa voz del gran Paul Rodgers y la apasionada, colorista y siempre inspirada guitarra de Paul Kossoff, tan talentoso y virtuoso como malogrado.

La juventud de los miembros impide que el proyecto tenga la solidez que mostraban otras bandas de su género y/o entorno. Fire and water es el tercer álbum publicado por el grupo y en él consiguen esa solidez, esa madurez, que faltaba en sus lanzamientos anteriores. Básicamente un disco de blues, con repuntes ligeramente hardrockeros en algunos temas, con una banda que suena engrasada y perfecta. Capaces de pasar del intimismo a la energía desaforada y salvaje, lo que ofrece este disco son los Free en su mejor momento, algo que no puede dejarse pasar de largo.

Una sección de ritmo todo terreno, los infinitos matices de la voz, siempre carismática, de Paul Rodgers y uno de los guitarristas más viscerales y blueseros que hayas escuchado nunca.
Como curiosidad comentar que Kossoff comenzó tocando guitarra clásica, emulando a uno de sus mayores ídolos, Andrés Segovia, para más tarde adentrarse en el blues, adquiriendo su reputación de excelente improvisador. Su creatividad como guitarra solista escondía ciertas carencias como guitarrista rítmico, que le crearon algunas dificultades para dominar el soberbio riff de All right now. Afortunadamente su compañero Fraser le enseñó a tocar el riff (supongo que con perniciosos efectos para el ego de Kossoff) y legaron un tema mítico para la posteridad.


La versión que os traigo de éste álbum es una remasterización de hace algunos años y contiene diversas tomas alternativas de este clásico y de algún tema más, aparte de los incluidos en el disco original.

El vídeo en esta ocasión es bastante obvio, habiendo dado la chapa con la cancioncita como la he dado.





Y de propina, un enlace de descarga de la retransmisión que hizo Radio 3 de la actuación de los Black Crowes en el Azkena. Un bonito recuerdo para los que estuvimos por allí y una bonita forma de poner los dientes largos a los que no pudieron ir.
Aunque alguno me ha pedido una crónica esquimalera y tarambaina de mis andanzas por dicho festival creo que no la voy a hacer. Sólo una reflexión al respecto: ser rockero es muy duro amigos. Allí todo quisque iba con camiseta negra, luto riguroso, bajo un sol de justicia. Hay que organizarse de alguna manera, poner a todos los rockeros del mundo de acuerdo en que hay que cambiar de color ¡ya está bien de sufrir hombre! Desde aquí hago un llamamiento a vosotros, blogeros desocupados y extraviados internautas para que llenéis vuestra vida de color...


martes, 26 de mayo de 2009

John Hiatt_ Bring the family.

John Hiatt_ Bring the family.
Calidad de compresión: 320 kbps.




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Haces unos días el señor 61 y 49 me daba un merecido tirón de orejas por no actualizar con la debida presteza. Habrá que hacer caso a este prohombre de la cultura pop de nuestro país, que tanto ha hecho por descontaminarnos de música eurovisiva y canción del verano y tantas tardes nos ha tenido entretenidos dándonos la excusa perfecta para vaguear frente al ordenador, en lugar de ocupar el tiempo en cosas productivas.

El caso es que hace ya algún tiempo que me rondaba la idea de subir este disco: Bring the family del imprescindible John Hiatt.

El bueno de John llevaba una temporada hundido, el suicidio de su mujer y su adicción al alcohol le habían dejado tocado, pero poco a poco fue encarando sus problemas. Combatió su adicción, encontró un nuevo amor y grabo este disco, así que, chicos, ¡tres hurras por John Hiatt!
Los de su discográfica le permitieron elegir los músicos que le diera la gana para el álbum, supongo que para que dejase de darles la caca. Ser tan plomo tiene sus ventajas a veces y cuando te permiten tocar con Jim Keltner, Nick Lowe y, agarrate que viene curva, Ry Cooder, ni te cuento.

Con estas, John Hiatt y sus tres mosqueteros se fueron a Los Ángeles y estuvieron grabando los días 17, 18, 19 y 20 de febrero de 1987 la obra maestra que hoy vengo a serviros en bandeja. Los rumores dicen que encima les sobró tiempo para desplumar a Nick Lowe jugando al póker mientras se tomaban una cervecita. Cuando se pregunta a los implicados rehuyen toda respuesta, aunque alguno ha dejado escapar una sonrisilla delatora. Lowe, todo un caballero británico, se limita a matizar que él toma té, no cerveza, pero ni confirma ni desmiente la historia.

El resultado de esos intensos cuatro días de grabación es un disco magnífico. Canciones reducidas a su mínima expresión, con una instrumentación parca y seca, tan elocuente por las notas que suenan como por las que no. Y es que en este álbum el silencio es un instrumento más. Un puñado de canciones polvorientas que susurran historias de dolor y redención. El slide de Ry Cooder pone los pelos de punta, mientras que la batería de Keltner y el bajo de Lowe, van perfilando las canciones con discreción, solidez y elegancia. Un conjunto rematado por la guitarra acústica de Hiatt, a veces lánguida, a veces firme, y sobrevolado por su voz angustiada, rebelde, genuinamente desgarrada. El conjunto da vida unas canciones que casi se parecen al típico personaje de película, ese de pocas palabras, pero que en su mirada se adivina que ha vivido mucho.
Si yo no he conseguido convenceros de que no podéis dejar escapar este discazo echad un vistazo al artículo que le dedicó Rockland que merece la pena.
El vídeo de rigor es bastante obvio, nada más y nada menos que la mejor canción de Bring the family, la portentosa Have a little faith in me. Si no os gusta no pasa nada, siempre podéis escuchar Hannah Montana en vuestro ipod, o algo.





martes, 5 de mayo de 2009

Richie Kotzen_ Mother's head family reunion.

Richie Kotzen_ Mother's head family reunion.
Calidad de compresión: sin datos.




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Bueno chavales, seguimos con la saga Mr. Big. Tras la marcha de Paul Gilbert en 1999, el grupo lo reemplazaría con el músico que hoy nos ocupa, Richie Kotzen. Antes de formar parte de Mr. Big, Kotzen ya había ejercido de sustituto, fue a principios de los noventa, con Poison, ya sabéis, una de esas viejas glorias del glam metal de los ochenta. Pero entre su estancia en una y otra banda tuvo tiempo de emprender una carrera en solitario de lo más interesante y a la que hoy en día se dedica a tiempo completo. Posiblemente la mejor obra producida por Richie en solitario sea este Mother head's family reunion que hoy cae por Gabba Gabba Hey!!


Cuando uno pincha este disco (o cualquier otro del susodicho) descubre que Kotzen no sólo es un tipo despistadillo (se suele dejar la camiseta en el camerino cuando sale a tocar) que toca del copón la guitarrita, sino que encima, tiene una voz razonablemente negra y bien sazonada y es un compositor de muchos kilates. Pues sí chavales, da mucho asco el hombrecillo éste. Te pones a escuchar sus discos esperando al típico guitarrista pajillero y te encuentras con un tipo que cuando canta te recuerda tiempos mejores, cuando Coverdale y Cornell sabían sacar partido de sus prodigiosas gargantas. La técnica guitarrera del tipo también está presente, desproporcionada, hiperbólica, tan pronto pastelón como acelerado, a veces bluesero, a veces funky, siempre con un fondo rockero, pero nunca pisa la canción. Un sentido del equilibrio y de la contención que les falta a muchos de sus colegas.


Las canciones de este magnífico disco van por ese camino. Rock con pinceladas funk y blues, con sus riffs y sus baladas, bien equilibradito todo. Unos fraseos de bajo y de guitarra que hacen recomendable tener un cubo a mano durante la audición (para depositar la baba que se os va a caer). En definitiva, si te gusta el hard rock con un toque ochentero y funkoide (¿qué demonios significa esto?) este es tu disco.




P.D.: Qué pocas chorradas he escrito en la entrada de hoy, disculpadme pero debe ser que la primavera me vuelve serio.


P.D.2: Al pavo éste lo echaron de Poison porque se trajinaba a la prometida del batería, jurl, jurl. Gabba Gabba Hey!! le informa de todos los cotilleos del mundo del rock (eso sí, cuando ya han pasado casi veinte años, pero no me iréis a decir que no molamos ni na' ¿eh?)